viernes, 30 de enero de 2009

El mié 11-feb-09, Anahit AHARONIAN escribió:

De: Anahit AHARONIAN
Asunto: algas en el Río Uruguay
Para: Undisclosed-Recipient@yahoo.com
Fecha: miércoles, 11 de febrero de 2009, 7:20 pm



Algas blancas, agua oscura

¿Cuán naturales son las floraciones algales?



Días atrás apareció una misteriosa mancha blanca en el Río Uruguay que generó cuestionamientos de nuestros vecinos de Entre Ríos a los que nuestro ministro de Medio Ambiente contestó que “Los resultados de las muestras de laboratorio que venimos realizando no muestran alteraciones. También estoy en condiciones de decir que no son elementos contaminantes, sino que son algas" y más adelante "está confirmado que son algas típicas de esta época del año. Se confirma a simple vista, no es contaminante sino natural”.



Más allá de lo cuestionable que pueda ser su visión respecto al problema de la contaminación, una cosa sí está clara: las autoridades del MVOTMA y la DINAMA aparentan no estar informados (aunque su deber sea informarse antes de hacer declaraciones públicas) que la presencia masiva de algas en un sistema acuático es sumamente preocupante, y ahora veremos por qué.



De acuerdo a todos los textos de ecología acuática, el crecimiento excesivo de algas (floraciones) causa decoloración del agua, formación de espumas (por eso el color blanco de la mancha), consumo de oxígeno y muerte tanto de la fauna que vive en el sedimento como de peces. Este proceso se denomina eutrofización y es el responsable de la pérdida de varios ecosistemas acuáticos en el mundo, así como de fuentes de agua dulce para consumo humano.



¿Por qué ocurre esto? Normalmente las algas crecen, viven y se multiplican en la columna de agua hasta morir, momento en el que sedimentan y se descomponen en el lecho del río. Esta descomposición la realizan microorganismos que al descomponerlas consumen oxígeno. En situaciones normales esto está en equilibrio, sin embargo, cuando existen eventos de floraciones algales (como en el caso del río Uruguay) las grandes masas de algas que mueren y se descomponen en el fondo del río generan un consumo de oxígeno muy alto, tan alto que pueden llegar incluso a consumir todo el oxígeno del agua en la zona de la floración. Al no haber oxígeno todos aquellos seres que lo necesitan para respirar como los crustáceos y los peces -por ejemplo- seguramente mueran, disminuyendo así drásticamente la diversidad. Para empeorar las cosas, las algas que crecen en estos eventos de floraciones pueden ser tóxicas, es decir generan metabolitos que son tóxicos para otros seres vivos, entre ellos los humanos. Por lo tanto, cuando aparecen floraciones algales tóxicas en cursos de agua que se usan para consumo humano el problema es aún más dramático.



¿A qué se debe el crecimiento excesivo de algas? Generalmente está asociado a un aumento en la descarga de sustancias que son nutrientes esenciales para las algas, como el nitrógeno (N) y el fósforo (P). Claro, podemos decir que ambos elementos pertenecen al medio cuando están en concentraciones naturales en los sistemas acuáticos y éstos se encuentran en equilibrio. Ahora, cuando el vertido de sustancias ricas en N y P es muy grande, el equilibrio se rompe y lo único que queda al final- si no se actúa para revertir la situación- es muerte por anoxia y aguas oscuras. Tal es el caso de varios de nuestros cursos de agua que ya dejaron de ser ecosistemas para transformarse en cloacas.



Pero entonces si las floraciones no son debidas a las dioxinas y furanos ¿qué tiene esto que ver con Botnia? Veamos un fragmento del informe de los técnicos de la DINAMA del 11/2/2005 en relación a la Evaluación de Impacto Ambiental de Botnia (Expte: 2004/14001/1/01177) dice que “... el análisis de información histórica de calidad del agua del Río Uruguay evidencia que este curso presenta problemas de eutrofización, consecuencia de una elevada carga de nutrientes (N y P). Esta situación ha generado frecuentes floraciones de algas, en algunos casos con importante grado de toxicidad dado por floraciones de cianobacterias. Estas floraciones, que en los últimos años han mostrado un incremento en frecuencia e intensidad, constituyen un riesgo sanitario y generan importantes pérdidas económicas ya que interfieren con algunos usos del agua tales como las actividades recreativas y el abastecimiento público de agua potable. A esta situación ya existente se debe agregar que en el futuro, el efluente de la planta descargará un total de 200 t/a de N y 20 t/a de P, valores que equivalen aproximadamente a la descarga de los efluentes cloacales sin tratar de una ciudad de 65000 habitantes”.



En ese mismo informe además, la DINAMA establece que “… La operación del proyecto no deberá ocasionar, en ningún punto de la costa situado aguas abajo del emisario de descarga ni en la toma de agua bruta de OSE, valores

superiores a los establecidos en la siguiente tabla para los parámetros de calidad de agua allí listados … Para el caso que la descarga de efluentes del proyecto ocasione valores en los parámetros de calidad de agua superiores a los indicados en la tabla precedente, el emprendedor únicamente podrá continuar con el vertido si retira del cuerpo receptor una cantidad equivalente al incremento, por sobre el valor máximo admisible del parámetro, que ocasiona la descarga que él realiza...."



Está claro que el Río Uruguay ya estaba al borde de la ruptura del equilibrio y que el vertido de 200 toneladas de N y 20 de P por año no contribuyen a mantenerlo en estado saludable.

Está claro también que quienes toman las decisiones lo hacen en base a priorizar el aumento de un índice macroeconómico como lo es el PBI, el cual indica crecimiento pero no desarrollo, mientras omiten informar sobre el alto costo económico, social y ambiental de sus decisiones. Quien toma decisiones no puede escudarse en su ignorancia, no puede “naturalizar” irresponsablemente eventos que son clara consecuencia del manejo inapropiado de los recursos por empresas que sólo buscan aumentar sus ganancias. ¿Cómo avanzar en una gestión participativa de cuencas si se mantiene el actual modelo productivo?



Por la Comisión Multisectorial www.multisectorial.org.uy

Claudia Piccini, Anahit Aharonian, Carlos Céspedes, Ignacio Stolkin



Publicado en periódico “La Diaria”, 11 de febrero de 2009, Uruguay.