lunes, 31 de enero de 2005

Sigue la polémica por el terraplén de La Calera

Berisso le replicó a Pou y el CORUFA dice que el corte está bien hecho
























La polémica por el terraplén de la estancia La Calera, lejos de acallarse volvió al tapete esta semana. Luego de las declaraciones que el propietario de ese establecimiento agropecuario, Pedro Pou, le hiciera a LT38 y a Gualeguay al Día, el Dr. Arturo Berisso salió otra vez a la palestra. A través de sus dichos y de una carta que envió a los medios volvió a cuestionar el accionar de Pou, confirmando el entredicho suscitado en la última reunión celebrada en la Sociedad Rural.


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En diálogo con este medio, Berisso ratificó sus palabras anteriores poniendo incluso en duda la precisión con la que fueron hechos los cortes en el terraplén que ordenó el CORUFA.
“Yo lo vengo advirtiendo desde hace tiempo. A mí no me sorprenden para nada las afirmaciones del señor Pou. Sé que tiene la audacia suficiente para insistir en este tipo de obra que perjudica a toda la zona. Esto es más grave que los nombres propios porque la zona afectada es muy grande. Este señor, por otra parte, amenaza constantemente con proseguir el terraplén, porque quiere endicar otras 17.000 hectáreas. En la Rural lo mencionó en reiteradas oportunidades”, dispara el representante de La Conchera.
Sobre las palabras de Pou y las advertencias sobre su ida de Gualeguay, el ruralista argumentó que “la verdad no sé en qué podrían perjudicarnos a los vecinos y ciudadanos. La verdad que no le creo sus afirmaciones. Eso es algo particular que corre por cuenta de él. ¿Si le dije caradura en la reunión?. Este señor, si se sintió agraviado es cuestión de él, porque lo que le dije es a un desvergonzado. Continuamente hizo afirmaciones incorrectas como que el viejo terraplén de La Calera es el actual. Ningún productor puede aceptarlo porque todos sabemos que aquel terraplén no llegaba a las 4.000 hectáreas cuando este llega a las 14.000, dicho por él mismo”.
En relación a la definición de Pou sobre que hay impacto pero no perjuicio y que apenas hay 7 centímetros de diferencia sobre el nivel de agua en La Conchera, Berisso señaló que “no es así. Pero pregunto: ¿quién es este señor para decirnos que el agua sube 7 centímetros en la zona?. El no podría hacer subir ni un milímetros el agua. Esos 7 centímetros de los que habla nos causan un perjuicio enorme. Además es mucho más. El se basa en un estudio teórico que para nada ha sido corroborado en el lugar, en el momento de la inundación como deber ser. Si él mismo admite que ha cerrado todos los arroyos los que permitían que el agua no quedara estancada en la zona”.
-Pou dice que le ofreció instalar compuertas y usted lo rechazó...
Eso parece un chiste. Abrir compuertas en estos arroyos y cerrarlas cuando viene el golpe de agua no sirve para nada. Fue una propuesta destinada a ganar tiempo y a confundir a la gente. Pero los que sabemos, que estamos en la zona y conocemos las consecuencias de la inundación nos damos cuenta que es una barbaridad y una mentira más de este señor.
Es más, el corte que hizo en el Arroyo Calerita, no lo hizo en el cauce del arroyo sino 200 metros más al sur, para tratar de confundir a los mismos organismos controladores de la realización del corte, que es el CORUFA.
-Pou sostiene que es imposible identificar el arroyo del que usted habla...
Le digo que son varios los que se ganarían el viaje a Miami que ofreció a los periodistas...pero en relación a esto nosotros enviamos una carta documento al ingeniero Welschen para que los técnicos del CORUFA vengan y constaten el corte.
-El propietario de La Calera también dice que lo difaman porque no tienen argumentos técnicos para rebatirlo...
Esa es otra inexactitud. Para nada nosotros nos hemos inmiscuido en su pasado político. Eso corre por cuenta de él. Si ha habido alguna manifestación habrán sido periodistas que no creo que sean de acá de Gualeguay. Pero nosotros en ningún momento hemos dicho algo en relación al pasado político de este señor. Sabrá porqué se ataja y pone énfasis en este asunto.
De todas maneras vamos a seguir bregando por la apertura de todos los arroyos y la remoción del terraplén, acá no hay otra solución. Y para eso es el estado provincial el que debe tomar el toro por las astas y hacer cumplir las leyes porque este señor se sigue manejando con total ilegalidad.
-¿Puede haber otra reunión con usted?
No, para nada. Si este señor lo único que quiere imponer son sus fundamentos y estos estudios realizados por él en forma unilateral. No queremos seguir perdiendo el tiempo.

De victimario a víctima
En la carta enviada a los medios, Berisso cuenta parte de la dura reunión en la Sociedad Rural y además desmiente los números de Pou.
“El “ataja repunte” de Pereda –apunta Berisso- destruido por cada inundación, no causaría actualmente perjuicio alguno. Los mismos números desmienten al Sr. Pou: si compró el campo (terraplén de Pereda incluido); en un millón y medio de dólares, y afirma que al abandonar el proyecto de ampliar el terraplén para abarcar una superficie igual o similar a la actual, dejará de invertir cinco o seis millones de dólares, es notorio que el terraplén “preexistente” no es el actual. Los productores presentes lo desmintieron más acaloradamente. Por otra parte, es absurdo que el Sr. Pou o quienquiera que sea diga que sobre un nivel de inundación de 3 metros de altura, la existencia del terraplén provoque un aumento de solo 7 centímetros. Las aguas que deberían ingresar naturalmente en las 14.000 Has. encerradas de “La Calera” desde el comienzo de la creciente, al encontrar un muro infranqueable, se estancan y se derraman íntegramente sobre “La Conchera”, de superficie tres veces menor, y otros campos vecinos, elevando artificialmente el nivel del anegamiento, siendo de lógica elemental, computadas esas cifras, que el perjuicio es mucho mayor al admitido, sin que sea necesario un estudio técnico para estimar -la cuantificación exacta es humanamente imposible- la exacta medida del perjuicio, pero aunque fuere de un solo milímetro, y no lo es, no le asiste al Sr. Pou el derecho de perjudicar a nadie, ni en mayor o menor grado, dado el deber de “no dañar” que pesa sobre toda persona INSERT INTO `articles` VALUES (arts. 1068 y 1109 del Código Civil). De ahí la innecesariedad de otros estudios técnicos, que se piden como excusas dilatorias para no cumplir la ley. Respecto de la prescripción que alega en su defensa el Sr. Pou, cabe decir que quien la invoca admite el vicio o ilegitimidad de que adolece el acto, pero alega que queda purgado al haber vencido presuntamente el plazo para atacarlo. A lo que se añade que tampoco es cierto que esté prescripto porque: a) En vez de invocar la prescripción, presentó al Estado en el año 2003 una solicitud de aprobación o autorización de la obra en cuestión, con lo que quedó a las resultas de la decisión que se adoptara sobre ella, debiendo cumplirla aunque le fuera adversa, y no le fue concedida, lo que se explica pues siendo absoluta la prohibición de impedir o desviar el libre curso de las aguas, ni el propio Estado podía autorizarlo. b) Además, quien se considera con derechos INSERT INTO `articles` VALUES (aún adquiridos por prescripción) no solicita permiso o autorización para ejercerlos, por la sencilla razón de que ya los tiene, de suerte que al solicitar ese permiso declinó la posibilidad de invocarla. c) El terraplén fue destruido por las crecientes de los años 1992 y 1998, habiéndose finalizado su mejoramiento y reconstrucción en el año 2002, por lo que no ha transcurrido término de prescripción alguno, el que, en cualquier caso, debería contarse “desde la terminación de la obra”. d) El “ataja repunte” de Pereda no es el actual terraplén de Pou. Al concluir su exposición, en la reunión citada el Sr. Pou debió escuchar la voz de los productores, quienes le puntualizaron: 1) que el día que, durante la creciente de 1998, se produjo la rotura del terraplén y el agua ingresó a “La Calera”, el nivel del agua bajó 20 centímetros en un campo vecino de 4.000 hectáreas, y se recuperaron 700 hectáreas, a pesar de que el río Paraná ese mismo día había subido 20 centímetros en el puerto de Rosario INSERT INTO `articles` VALUES (Sr. Carlos Berisso, establecimiento “Los Rodeos”); 2) que en un campo situado enfrente a “La Calera”, el anegamiento del campo en caso de crecientes afectaba el 50% del mismo antes del terraplén, pero luego de éste se inunda totalmente INSERT INTO `articles` VALUES (Sr. Juan Carlos Borro, establecimiento “El 10”); 3) que llegada la inundación, el agua comenzaba a escurrirse gradualmente antes de que existiera el terraplén; ahora, en el mismo campo, se estanca INSERT INTO `articles` VALUES (Sr. Nuñez); 4) que ha podido comprobar en su campo los mayores daños que provocan las crecientes desde que existe el terraplén INSERT INTO `articles` VALUES (Sr. Estanislao Marcó). El casco de la Estancia “La Conchera”, que no se había inundado en un siglo y medio, desde que existe el terraplén se inunda en cada creciente de importancia. Sobre los informes y estudios técnicos que requiere el Sr. Pou a los productores, debe atender a los que obran en el expediente administrativo, que obviamente prevalecen sobre los que contrata y costea privadamente, que absurdamente pretende imponer a terceros. Resumiré aquellos informes: técnicos de la Dirección de Agricultura y Suelos informaron en las actuaciones: “esta importante obra obstruye el libre escurrimiento de las aguas” de los arroyos “Calerita”, “El Pato”, “La Cruz” y otros cursos menores menos definidos”, los que se encuentran “actualmente cegados por el terraplén”, que “interrumpe el libre escurrimiento de los cursos de aguas entre dichas propiedades INSERT INTO `articles` VALUES (“La Calera” y “La Conchera”) lo cual dificulta el drenaje a través del mismo”. El informe de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL que obra en las actuaciones, puntualiza: “Las obras de endicamiento no solo afectan a la Estancia “La Conchera”, sino que hay otras áreas también afectadas”, siendo “aconsejable una solución integral a los problemas”. El propio Instituto Nacional del Agua informó en ese expediente que “la obra construida... corta el escurrimiento” de los cursos de agua del lado Este, “entre ellos los arroyos El Pato, Calerita y La Cruz”. Todo lo expuesto explica el malestar que me provoca la actitud del Sr. Pou, que de victimario pretende convertirse en víctima. Ninguno de los muchos productores afectados lo ha difamado; solo han reclamado por los daños que ilegalmente les causa”.