martes, 24 de junio de 2008


Carlos te acerco esto que aparece en este diario uruguayo digital, tu que investigas mucho. Es un resumen de lo publicado en otro de Alemania. Saludos Liliana




Argentina

Sus gobernantes pertenecen a un reducido grupo de terroristas de ultra izquierda muy activos en los años ´70


• Recorre el universo periodístico europeo un artículo publicado en el diario alemán Berliner Tageblatt, medio de comunicación de centenaria existencia y azarosa vida bajo el hitlerismo. Allí se analiza y opina sobre la situación argentina, y se vaticina una 'paulatina y lenta disolución', reveladora de un punto de vista sobre cómo se observa en el exterior el aciago proceso y creciente deterioro que bambolea los cimientos del país sudamericano.


• La estabilidad política está seriamente comprometida como consecuencia de los recientes y sucesivos gobiernos corruptos e indolentes.
• Argentina ha dejado ya de ser un país creíble y confiable.

• Ni siquiera los medios de comunicación argentinos informan la verdad de lo que está aconteciendo.

• La violencia está latente en cada sector que se ve perjudicado por el accionar del gobierno de la Sra. Kirchner, y su marido, el expresidente que oficia de Primer Ministro de facto, es quien domina la economía y los grupos sindicales y gremiales que operan de forma mafiosa a través de pactos y acuerdos clandestinos que perjudican cualquier acción ciudadana.

• Ya es sabido que el gobierno de la Sra. Kirchner no llegará a su término y será violentamente despojada de su cargo a corto plazo por fuerzas civiles integradas por ciudadanos comunes y miembros activos del sector agropecuario.

• Y no hablamos de golpe de estado ni de dimisión, sino de rebelión social y civil de sectores que ya muestran cada vez más su comprensible hartazgo e impotencia; sectores que en épocas anteriores pertenecían a la clase media; sectores que fueron los verdaderamente productivos en épocas pasadas y que hoy se encuentran totalmente desprotegidos y atacados sin motivo racional alguno.

La República Argentina es un país de gran belleza y digno de muchos interrogantes que no son fáciles de responder. Se trata de un país enigmático y misterioso, contradictorio e impredecible. Los argentinos solían ser gente muy culta y concientes de su situación, valoraban sus recursos y más de una vez dieron al mundo un ejemplo con su profunda cultura y su espíritu abierto a todo tipo de diálogo. Cosas que hoy, en pleno siglo XXI han desaparecido sin explicación racional alguna.
La vida en la Argentina se ha transformado en algo riesgoso y delicado, algo parecido al 'farwest'.
La economía no encuentra un rumbo creíble y la estabilidad política, hoy una vez más, está seriamente comprometida como consecuencia de los recientes y sucesivos gobiernos corruptos e indolentes.
El robo, el vaciamiento del Estado a través de las privatizaciones, la inestabilidad monetaria, el desmantelamiento de sus sistemas de defensa nacional, el muy bajo presupuesto para la educación y la salud pública, la emisión desmedida de moneda, el enorme déficit fiscal encubierto por el gobierno y las estructuras mafiosas que hoy tienen el poder, hacen que no podamos ver en la Argentina más que desconfianza y descreimiento. Ha dejado ya de ser un país creíble y confiable; su contradictoria política exterior (acercamiento peligrosamente comprometido con Venezuela , Ecuador, Cuba y China) disgusta sobremanera a aquellos países de la UE que hasta no hace mucho albergaban esperanzas de que la Argentina sería un país en serio.
Ni siquiera los medios de comunicación argentinos informan la verdad de lo que está aconteciendo: incremento desenfrenado de la inflación, suba cada vez mayor de sus monedas referentes (dólar y euro), imparable tasa de desocupación y subempleo, ingresos cada vez más bajos o estancados en estructuras de paridad propias de hace diez o quince años atrás, y ahora la enorme crisis productivo-institucional del único sector verdaderamente productivo de país: la agricultura. (Argentina nunca fue un país industrial; su única y verdadera fuente de subsistencia fue la producción agropecuaria y la exportación de productos primarios.)
El actual gobierno argentino no representa ni en sombras los ideales iniciales del mítico gobernante de los años ´40, General Perón.
Los gobernantes actuales pertenecen a un reducido grupo de terroristas de ultra izquierda muy activos en los años ´70 que han instaurado hoy en dicho país un modelo autoritario y meramente electoralista, basado en la corrupción político-sindical que está llevando a este país sudamericano al límite de su propia autodestrucción. La violencia está latente en cada sector que se ve perjudicado por el accionar del gobierno de la Sra. Kirchner y su marido, el expresidente que oficia de Primer Ministro de facto, es quien domina la economía y los grupos sindicales y gremiales que operan de forma mafiosa a través de pactos y acuerdos clandestinos que perjudican cualquier acción ciudadana.
Ya es sabido que el gobierno de la Sra. Kirchner no llegará a su término y será violentamente despojada de su cargo a corto plazo por fuerzas civiles integradas por ciudadanos comunes y miembros activos del sector agropecuario.


Lo más impactante de toda esta situación, es que los sectores productivos del agro que hoy protestan contra las usurarias y despiadadas retenciones, son grupos que están armados, tan armados como si fueran paramilitares o guerrillas urbanas y de los grandes cordones verdes de las grandes ciudades de ese país (Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Santa Fe, Mendoza y la Patagonia ), así como también están armados los grupos leales a la familia gobernante, lo cual nos hace sospechar que el futuro estallido social que se avecina en un corto y mediano plazo entre los argentinos será cruento y sangriento.
Es más que evidente que la Argentina deberá enfrentarse a su propia circunstancia, algo trágico y devastador, algo que los mismos argentino ignoran porque ni sus propios medios de comunicación se los informan.
Y no hablamos de golpe de estado ni de dimisión, sino de rebelión social y civil de sectores que ya muestran cada vez más su comprensible hartazgo e impotencia; sectores que en épocas anteriores pertenecían a la clase media; sectores que fueron los verdaderamente productivos en épocas pasadas y que hoy se encuentran totalmente desprotegidos y atacados sin motivo racional alguno.
Desde la Unión Europea observamos con preocupación la paulatina y lenta disolución de la Argentina y su trágica desaparición (que incluye también la ampliación de la zona de exclusión de las Islas Malvinas, lo cual
produciría la pérdida de importante territorio del suelo argentino en la Patagonia , y tal plazo vence el 9 de mayo de 2009.).
De ahora en adelante sólo el pueblo argentino tiene en sus manos la decisión de cómo afrontar los acontecimientos que vendrán.