jueves, 6 de noviembre de 2008

Construir el futuro

La Corrupción . Editorial de Miguel Domingo Alvaro



Poder Ciudadano es una organización creada para promover la participación ciudadana, la transparencia y el acceso a la información pública para fortalecer las instituciones de la democracia a través de la acción colectiva. Organiza los encuentros "Aprender del pasado, construir el futuro" en coincidencia con la conmemoración de los 25 años del regreso de la Democracia.

Es un espacio de información y debate, reflexión y valoración de los logros alcanzados como sociedad en estos 25 años de Democracia, se plantea interrogantes clave y se propone elaborar respuestas o vías alternativas para enfrentar los problemas y las deudas pendientes.



La Corrupción, desafíos y deudas pendientes

A 25 años de democracia

El tercer encuentro y debate contó con la participación de especialistas de nuestro país, Manuel Garrido, Jose Canpagnoli y Pablo Lanusse abogados comprometidos con los Derechos Humanos y la lucha contra la corrupción.

Han actuado en un amplio espectro de conocidas causas en Argentina que va desde la investigación en la causa del oro, hasta desvíos ilegales y acciones de corrupción del ex presidente Kirchner.

El panel analizó la situación de Argentina para resolver los desafíos y las deudas pendientes en la lucha contra la corrupción, definiendo qué es lo que la corrupción nos roba día a día.

Al comienzo de la Democracia la corrupción no fue lo más importante porque había otras motivaciones de orden para consolidarla como, por ejemplo, afianzar los derechos y libertades ciudadanas. Hoy vemos que no es lo mismo investigar un robo que un acto de corrupción y que nuestro Código procesal no es la mejor herramienta. En ninguna provincia argentina existe investigación de esto o aquello, es decir, debe recurrirse al poder central. Esto explica la vigencia de la impunidad en todos los niveles.



Introducción

La señora Ofelia es ama de casa y propietaria de un vehículo de transporte de escolares que usa para ese fin. Paga impuestos vigentes por el servicio y, como lo exigen las leyes y normativas mantiene en perfectas condiciones su vehículo.

En el taller mecánico donde acostumbra a llevarlo, se cumplió el plazo estipulado para retirar el vehículo en una rutina de control técnico. Se presenta repetidas veces a reclamar su entrega sin, obtener respuestas satisfactorias.

Preocupada por la falta irresponsable en la que había caído su servicio de manera indeseada e involuntaria, pasado un tiempo más que prudencial, reclama judicialmente la entrega de su única herramienta de trabajo. Ni siquiera había visto al vehículo en el taller para retirarlo e interrumpir la revisión.

Una investigación se pone en marcha por el estudio de abogados que la representa y descubren que el mecánico posee un prontuario importante y cuestiones no saldadas en la justicia, desde años anteriores. Las acciones son muy eficientes se procede a la clausura y el imputado queda detenido.

Otros perjudicados también acuden al juicio por los cargos en los que estaba implicado el sujeto y era “buscado”. En realidad, parecía que se esperaba una presentación espontánea del acusado.

Con la aparición de pruebas, denuncias, identi kits y la relación entre los ilícitos, el imputado es declarado culpable y se dicta sentencia. Todo el recinto aplaude.

Frente a las cámaras, ...”Por fin se hace justicia..., con la llegada de la Democracia....”, dice el locutor televisivo.



Palabras de la señora Ofelia que no fueron aplaudidas, silenciaron al locutor, al programa y a los televidentes: Le preguntó con los dedos juntos apuntando para arriba: ....¿Y mi camioneta...?



Una sola anécdota no alcanza para mostrar la deuda pendiente que tiene la democracia con la gente respecto de la corrupción, todos conocemos mas de tres ejemplos que nos han pasado cerca y eso da una idea de la gravedad del problema y de la profundidad de las heridas que causa.

Sin embargo somos optimistas y sabemos que se le puede dar batalla a este flagelo.

Estas son conferencias participativas, gracias a la Democracia, se puede decir libremente que 25 años es un cumpleaños que nos alegra a todos y también se puede decir que existe una enorme precariedad en las herramientas jurídicas. El Código procesal es absurdo porque, en la práctica, no es lo mismo investigar un robo que un acto de corrupción.



Lo que nos roba la corrupción

Vemos que lo que más nos roba la corrupción son cosas que muchas veces, no se ven a simple vista.

Cuando hay corrupción hay desinversión en la obra pública, en la Salud, la Educación y los Servicios. Hay ataque a los Derechos Humanos, a los del trabajo, la niñez y la vejez, a los derechos y libertades económicas. Pero también a los derechos y libertades a la información que son permeables a intervenciones partidarias. incluso se afecta a los derechos políticos que comienzan con el voto, porque se dispone de dineros públicos para campañas partidarias e influencias en los viajes presidenciales para conseguirlos afuera.

La corrupción afecta al Medio Ambiente y a la libertad de habitar en regiones aptas para la vida, a la sustentabilidad de las economías regionales y, a través de estos mecanismos de contaminación irresponsable, se destruye la Soberanía Alimentaria.

La corrupción está. Destruye nuestro esqueleto institucional y, como si fuera poco, afecta nuestra calidad de vida. Es una enfermedad silenciosa que se cobra vidas.

Actúa en los controles y en las violaciones a los derechos de equidad social. Genera pobreza y marginalidad pero cuando lo hace, es a propósito, fundamentalmente en las provincias, a favor de los feudos y en contra de principios federalistas que necesitan transparencia para el desarrollo. Está todo dispuesto para el clientelismo típico de cada provincia. Entonces, la corrupción nos roba también la Salud y la Educación, la dignidad como personas, la infraestructura, los caminos, las cloacas, la energía y el aire puro. Con determinadas acciones arbitrarias nos roba la cosa pública. Desarticula la República.

La corrupción introdujo una serie de acciones para eternizar la falta de cultura para recuperar los activos robados. No hace falta mucho para demostrar que no hay cultura para recuperar los activos, no se conoce un solo caso en que el condenado haya devuelto los activos robados.

Así, todo aquello que se descubra o se haga justicia no tiene su correlato en la sociedad o en la familia, entonces, el mensaje es que la justicia no hace falta. O sea, la transparencia es posible con voluntad de avanzar en ella.

La democracia ha traído enorme calidad institucional comparada con las dictaduras y sin embargo estamos para hablar de corrupción y no de transparencias, está enquistada y nos seguimos preguntando. Quien dejó que esto llegue a este punto?.

Existe entre nosotros la Comisión de Ética Pública, luego de mucho tiempo de creada, se puso en marcha porque Pergolini puso en pantalla de su programa televisivo graves corrupciones de oscuros funcionarios. Terminado el ciclo de TV la Comisión ya no funciona, por falta de escándalo.

Una institución que permanecía incólume, fue el INDEC con indicadores de uso interno e internacional. Sufrió una feroz intervención tipo comando para modificar las fórmulas originarias de los índices pues no reflejaban los mensajes de los discursos presidenciales. Los trabajadores se negaron a modificar los indicadores arbitrariamente, las mismas que en las de todos los gobiernos y esas modificaciones quitarían confianza a las inversiones, además de mentir. Todos los empleados fueron echados.

Las deudas pendientes son a nivel local y a nivel internacional, si el Estado se investiga a sí mismo, no se fortalece ninguna institución. La gran deuda pendiente es el diseño de los organismos de control, claramente hay responsables, sobre todo en el Congreso. Argentina fue obligada a formar parte de las Convenciones Internacionales de Derechos Humanos, por eso hay deudas a nivel internacional.

Se verifican inmensos obstáculos para los investigadores, algunos son las mismas normativas y pueden verse investigaciones por enriquecimiento ilícito que son una risa. Es hora que se empiece a pedir clara rendición de cuentas a nuestros funcionarios porque sabemos que los problemas de Argentina no son económicos, sociales ni políticos, están en la Justicia: Es decir, uno de los tres poderes del Estado.

Es momento de reconocer y valorar estos espacios que muestran los desafíos que quedan por delante. Es a través de la participación, no sólo de la crítica, que se reconoce que estamos en el momento oportuno para diseñar otro futuro.



Miguel Domingo Alvaro