lunes, 13 de noviembre de 2006

todos podemos hacer algo 12 de agosto 2006
hmlaplata escribió "días pasados llegó a mis manos, en La Plata, un billete de $ 5 con la inscripción FUERA BOTNIA. Fue como un detonante que me hizo pensar que yo tambien podía hacer algo.
He creado este grupo en
http://www.flickr.com/groups/sos_cuidemos_el_planeta-sos_be_care_with_the_planet/

con el objetivo que aportemos todas la fotos que podamos denunciando todos los casos de contaminación que ponen en peligro el planeta.
Cuidar el planeta es cuidar la vida.
Si no les parece mal, incluiría un link a esa página en el grupo.Espero vuestra aprobación.
Si Uds, quieren agregar un vínculo desde su página a este grupo llamado S.O.S. salvemos el planeta, tienen mi autorización.
Un abrazo, y sigan adelante con su lucha.
Héctor
La Plata"


guayubira escribió "Comunicado de prensa - 29 de agosto 2007
Tabaré Vázquez en inauguración de puerto de Botnia: un triste día para el país

En su edición de hoy, el diario El Observador tituló su primera página con la frase: "Preocupa a forestales el cambio de reglas de juego".
A Guayubira le preocupa exactamente lo contrario: que un movimiento político que llegó al gobierno prometiendo "el cambio", no lo esté haciendo en el sector forestal. Más aún, que esté apoyando a ultranza a los mismos intereses que en el pasado fueron defendidos por blancos y colorados.

En efecto, los cambios necesarios en el sector forestal son muchos y efectivamente arrancan en el tema de la concentración y extranjerización de la tierra.
Sin embargo, tres ministros (Mujica, Astori y Rossi) acaban de asegurar a uno de los mayores latifundistas extranjeros del país (la empresa forestal norteamericana Weyerhaeuser-Colonvade), que la nueva ley de sociedades anónimas no le afectará. Cabe suponer que lo mismo se hará con la finlandesa Botnia, la española Ence, la sueco-finlandesa Stora Enso y la recién llegada portuguesa Portucel. ¿De qué cambio estamos entonces hablando? Lo mismo ha sucedido con una serie de "cambios" aparentes, que no lo son, como por ejemplo, la famosa reclasificación de suelos de prioridad forestal (que significó un aumento sustancial del área a ser forestada) o el cambio a la ley de evaluación de impacto ambiental (que incluyó a la forestación), pero que en realidad no implica la necesidad de hacer evaluaciones completas de los impactos, tal como se constató en el caso de dos proyectos de Stora Enso que fueron aprobados a través del simple mecanismo de considerar que las plantaciones "no presentarían impactos ambientales negativos".
Pero la contradicción más grande entre la promesa de cambio y el continuismo se muestra con total claridad en el caso de la empresa Botnia. Este emprendimiento es el ejemplo típico de todo a lo que se ha opuesto históricamente la izquierda uruguaya: extranjerización y concentración de la tierra, explotación de los trabajadores, migración rural, degradación de los recursos naturales (en particular suelo y agua), exportación de productos con escaso valor nacional agregado, contaminación atmosférica e hídrica, exoneración impositiva (tanto en la forestación como en la fábrica de celulosa), exportación de las ganancias.
A pesar de ello, todo el poder del aparato del Estado se ha volcado a apoyar a esta empresa. A partir del reciente accidente en Botnia, que resultó en la intoxicación de varios trabajadores, ha habido una serie de denuncias, tanto de parte del SUNCA, como de pobladores uruguayos y argentinos (vertidos de contaminantes en el río, aves y peces muertos, afecciones a la salud), que no han recibido una adecuada respuesta de parte del gobierno.
El día de la victoria electoral, el actual presidente dijo. ¡Festejen uruguayos, festejen! Dos años y medio más tarde, Tabaré Vázquez está festejando, junto a Botnia, la inauguración del puerto de Nueva Palmira, desde donde se exportarán nuestros suelos y agua -transformados en celulosa- para dar mayores ganancias a la industria papelera finlandesa. Un triste día para el país.
Por más información o entrevistas:
410 0985 - 413 2989 - 099 367 966
info@guayubira.org.uy


---------------------------------------------------------
Grupo Guayubira
Maldonado 1858
Montevideo 11200 - Uruguay
tel: 413 2989 - fax: 410 0985
http://www.guayubira.org.uy
e-mail: info@guayubira.org.uy

Argentina, 27 de Agosto de 2007
Al Sr. Presidente
De la República Oriental del Uruguay
Dr. TABARÉ VÁZQUEZ

Es con profundo respeto y sinceros ánimos de fortalecer la hermandad que une a nuestros pueblos hace siglos, que expresamos con nuestra mayor humildad, la enorme preocupación que nos genera su participación en la inauguración del puerto de Nueva Palmira.
El mega emprendimiento de la empresa Botnia, SA, que utilizará este puerto como plataforma para exportar un millón de toneladas de celulosa por año, libre de toda tasa impositiva y en beneficio de intereses extranjeros, es un perfecto ejemplo de la tendencia lamentable, pero cada vez más visible, de pueblos industrializados, que viéndose desbordados por el crecimiento del consumo y el agotamiento de sus propias tierras contaminadas por estas industrias, deciden exportar su contaminación al mundo en vías de desarrollo. Se aprovechan de la necesidad de empleo y de la crisis económica de nuestra región, para vendernos la falsa idea que el desarrollo de ellos nos beneficia a nosotros.

Es incomprensible la celebración oficial que Usted otorga a Botnia, pocos días después de los graves incidentes que afectaron seriamente a la salud de los obreros de Botnia. Por la desesperación de esta empresa transnacional de poner en marcha lo antes posible su producción, resultaron intoxicados y hospitalizados al menos 30 personas.
Anteriormente, por esta misma negligencia y falta de medidas de seguridad, y por este mismo afán de acelerar contra viento y marea su obra, ya había habido serios accidentes en Botnia, incluyendo amputaciones por descuidos, e inclusive una muerte totalmente innecesaria por falta de previsiones de seguridad.

Festejar la inauguración de este puerto, es festejar los inaceptables daños ambientales y el costo humano que conlleva el emprendimiento de esta multinacional.

El proyecto de Botnia se construye sobre la explotación no-sustentable del territorio nativo uruguayo, mediante el cultivo masivo de árboles de eucalipto, exóticos al ecosistema local, fruto de una idea del Banco Mundial (a la cual su partido se opuso originalmente).
El objetivo de este emprendimiento no fue promover el crecimiento de Uruguay, sino resolver el abastecimiento de la creciente demanda mundial del consumo de papel. Extranjeros, no uruguayos, decidieron que Uruguay era tierra idónea para el cultivo de árboles de rápido crecimiento, no importando el costo a largo plazo que esto representaría para el suelo, para la producción tradicional y para pequeños agricultores que sufrirían inevitablemente la desaparición de sus napas acuíferas y la destrucción de la calidad de su tierra por el alto impacto negativo que acarrea el cultivo de eucaliptos, algo que ya está sucediendo.
El Banco Mundial luego se preocupó de pagarles a agricultores de todo el país, a través de un crédito, para que convirtieran sus tierras agrícolas en criaderos de eucalipto para esta industria extranjera.
Botnia goza de 30 años de zona franca, empleará tan solo 300 trabajadores durante la mayor parte de los 40 años que operará en Uruguay, y exportará la totalidad de su producción, por el puerto de Nueva Palmira, para que europeos puedan consumir 10 veces más papel que los uruguayos, a precios cada vez más bajos, sin contaminar su propio ambiente, sin dañar su propio suelo y sin poner en riesgo la salud de su población.
Es este beneficio que Usted, Sr. Presidente, festeja inexplicablemente junto a los representantes de Botnia, en la inauguración de este puerto que transnacionalizará esta industria para beneficio de una multinacional e intereses extranjeros, pero que no redundará en beneficios sustentables para el pueblo Uruguayo.
Cuando Usted asumió como Presidente de Uruguay, todo el pueblo latinoamericano, vio una esperanza de que la región se embarcara en un proceso de cambio, en un nuevo camino que revalorizara lo autóctono, revirtiera patrones de abuso, de inequidad, y de explotación; un rumbo latinoamericano y para latinoamericanos.
La inauguración del Puerto de Nueva Palmira, para el beneficio económico de Botnia SA, logra desde este puerto abrirle las venas a nuestro continente para que se desangre (utilizando la metáfora que empleó alguna vez Eduardo Galeano). Vemos con tristeza que, en lugar de buscar apaciguar la situación y construir soluciones, el festejo de esta inauguración es el festejo de la profundización de las heridas transfronterizas que hoy lastiman a los pueblos hermanos de Gualeguaychú y Fray Bentos, en beneficio de una empresa transnacional que ha demostrado en reiteradas oportunidades, en las que hubiera podido ayudar a reparar el daño que ha causado, no importarle ni los latinoamericanos, ni los uruguayos, ni sus propios obreros.

Esperamos que Usted reflexione y decida finalmente, construir en este caso, políticas de Estado que pongan el interés regional y la hermandad transfronteriza por delante de los intereses de esta empresa.

Lo saluda fraternalmente,
Jorge Daniel Taillant
Director Ejecutivo/Presidente
Centro de Derechos Humanos y Ambiente

jdtaillant@cedha.org.ar


http://asociacioncivilvida.blogspot.com/2007/08/cuando-la-decisin-fu-equivocada-es.html
El monte nativo tiene un gran enemigo
Presente y futuro del monte gallego
Félix González Sánchez - Vigo
Como ciudadano nacido en Vigo y ante todo amante y preocupado por la naturaleza, me he decidido a escribir estas líneas porque llevo años sufriendo al ver los incendios que año tras año asolan nuestros montes sin que nadie o casi nadie tome medidas efectivas y que se les llame a las cosas por su nombre y el estado calamitoso de nuestros "montes", no digo "bosques" (bosque es algo más diverso en especies que lo que tenemos aquí) el monte gallego tiene un gran enemigo: el eucalipto.

Tengo que felicitar al director xeral de Montes Alberte Blanco, por su rotundidad y decisión a la hora de denunciar que esta especie invasora es una auténtica bomba, por la facilidad que tiene de propagar el fuego y lo mal que queda el entorno donde crecen, debido a que sus hojas no crean el compost, que sí crean los caducifolios (carballo, castaño, nogal, abedul). No hablemos del consumo de agua, la buscan a muchos metros y acaban con los manantiales. El señor Alberte Blanco se enfrentó a una serie de alcaldes, defensores del eucalipto con firmeza y convencido de que tiene que haber un cambio, a los cuales parece importarle un bledo nuestro ecosistema, cambio climático y la herencia ecológica y económica que quedará a generaciones venideras. Digo económica porque hay argumentos muy claros que demuestran que vender eucalipto a 10 o 20 euros y pino (menos malo) a 30 o 40 euros no es rentable. Coincido con la opinión del profesor de Ecología de la Universidad de Vigo Javier Montalvo: es mal negocio y antiecológico. Las maderas nobles que toda la vida existieron en Galicia (castaño, carballo, nogal) se pagan a 1.200 euros más o menos, aunque se tarde el doble en las cortas, dan fruto, la fauna tiene medios para sobrevivir y el fuego lo tiene más difícil para propagarse, al igual que los terroristas incendiarios no lo tendrían fácil. Afortunadamente hay muchas comunidades de montes que están volcadas en plantar especies autóctonas, como la de Vincios con el apoyo de la Universidad. También quiero felicitar a la Xunta actual por exigir a los propietarios que mantengan limpias sus propiedades. Así mismo quiero dedicarle el mayor de los suspensos a un personaje marioneta de los intereses políticos y madereros que lo nombraron presidente de "SOS contra o lume": José Antonio Landín (alcalde de Barro) que dice que la Xunta actual ha declarado la guerra al eucalipto. Con mentes así y personajes de este nivel, no es de extrañar que haya el desastre que hay en nuestros montes, no digo bosques. Lo que sorprende es que organizaciones ecologistas, biólogos, ecólogos (salvo el señor Montalvo) no denuncien con claridad esta política antinatural y ruinosa para el medio ambiente y para Galicia. No es ruinosa para Ence, Finsa, Tafisa que son los interesados en este tipo de plantación monocultivista (pino, eucalipto). Otra ruina que trae esta especie es que debajo de ellos no nacen setas, los aficionados a su recolección sabemos que las buenas y abundantes nacen debajo de caducifolios y del pino si están ordenados y limpios los suelos, creando esta posibilidad de negocio real que ya existe en otras provincias y zonas de Galicia. Quiero decirle a los cortos de mentes que no aman el bosque, su tierra y el futuro de sus descendientes que la palabra eucalipto no existe en las raíces del gallego. Aquí existen apellidos Carballo, Castiñeira, Nogueira. Espero que mi opinión desinteresada ayude a recuperar la identidad de nuestros bosques y fragas cada vez más escasos y amenazados. Felicitar a Parques Naturales por la decisión de repoblar las Islas Cíes con especies autóctonas.
Félix González Sánchez - Vigo